Espero ansiosa volver a verte. Cada vez que te miro siento como si cayera al vacío. Como si estuviera montada en una montaña rusa. A toda velocidad.
En ese momento, aunque este hablando con alguien, se me apaga la voz y me quedo callada. Depende del día, de mi estado de ánimo, te miro fijamente o simplemente me limito a bajar la mirada al suelo, y no la vuelvo a levantar hasta que pasas.
Para cualquier persona ajena, todo esto, puede parecer una tontería, pero para mi no. No puedo evitarlo.
Tú.
Cuando paso a tú lado creo que te das cuenta de algo... O bien sigues hablando o de repente miras para otro lado. Somos extraños que nunca tuvieron nada, pero siempre fueron algo.
Ese día, hace 4 años, no debí haber dicho que te odiaba, simplemente haber aceptado tu intento de retomar nuestra amistad. Agh, creo que es una de las pocas cosas de las que me arrepiento.
El otro día vi a tu hermano. A crecido bastante. Me ha mirado fijamente, a los ojos. La verdad es que me he sentido intimidad. Tenéis la misma mirada.
Supongo que voy a intentar aprovechar este año. No intentaré acercarme. Eso va contra mi manera de ser, me conformaré con poder mirarte. Esperando ansiosa el momento en el que se crucen nuestras miradas.
Ilusionarme pensando que algo va a cambiar.