123. Palabras ajenas.

Nadie se siente bien a las cuatro de la madrugada,
cuando hace demasiados días que no te desnudan
y te dicen que los hombre dicen menos "te quiero".
Nadie se siente bien a las cuatro de la madrugada
cuando el sueño hace tiempo que te ha abandonado
toda tu vida está patas arriba,
tienes cuatro balas de cañón apiladas a tus pies
y hierve la sangre de tus piernas durante horas.
Mi ciudad duerme y yo no quiero envejecer.
-------------------------------------------------------------------------------------------

Espero que este verano no sea tan horrible como el anterior.

Demasiada nostalgia y demasiada gente a la que echar de menos.
¿Por qué fui tan tonta?

122. Cambiar

 

Siempre he sido de esa clase de personas que guarda prácticamente todo: cuadernos, dibujos, cartas, fotos, correos electrónicos, conversaciones... De esas personas a las que parece que les cuesta dejar atrás el pasado, ¿no? Parece algo enfermizo, la verdad.
Pero me he dado cuenta de que me ha servido de algo almacenar esos años, porque poco a poco los voy olvidando, dejándolos en un rincón de mi memoria y abriendo paso a nuevas vivencias que parecen no llegar.
Nuevos amores, nuevos amigos, nuevos lugares, nuevos desengaños y decepciones, nuevos comienzos al fin y al cabo.
Lo bueno de guardar eso es que te hace más fácil recolectar toda esa información del pasado que mayormente es inservible, pero posee un valor sentimental, pero revivirlos puede ser doloroso. Bastante doloroso.
En estos últimos 4 años he cambiado radicalmente al menos 3 veces.
El salto a la adolescencia.
La fase antisocial.
Y el llegar a madurar un poco como persona, haciendo estupideces y locuras, pero madurando al fin y al cabo.
Leo esos te quiero que quedan en le pasado, sin significado y que salieron con tanta facilidad de nuestras bocas, los primeros amores y desengaños con los chicos, las peleas sin reconciliación con las supuestas amigas y un sinfín de cosas que dejaré atrás y meteré en un baúl, para poder avanzar como persona.

121. Mentiras y mentirosos.

Mentiras. Todo lo que ha salido de sus putas bocas han sido mentiras.
Que te apoyamos, que no te vamos a recriminar, que estamos aquí para que nos cuentes lo que te preocupe... Y una mierda.
A mi me da que la mejor manera de apoyar a alguien y ayudarlo a que salga del pozo de mierda en el que está hundido, no es estar todo el jodido día recordando qué ha hecho, cómo lo ha hecho y por qué lo ha hecho.
Estoy harta. Cansada. Hastiada.
"¿No pensaste que podías pillar una infección si las cuchillas estaban oxidadas?"
"¿Cuándo pensabas pedir ayuda, cuando estuvieras desangrándote de tal manera que necesitaras ir al hospital?"
"¿No has vuelto a tener ganas de hacerlo, no?"
"Enséñame los brazos"
Y yo lo único que hago es mirar al suelo, responder escuetamente y gritar por dentro.
CLARO QUE SABÍA LO DE LAS INFECCIONES.
NO QUERÍA PEDIR AYUDA.
CLARO QUE TENGO GANAS DE HACERLO, PERO JODER, ME AGUANTO PORQUE ESTOY CANSADA DE DAR PENA.
DEJAD DE UNA PUTA VEZ DE PEDIRME QUE OS MUESTRE LAS CICATRICES.
Me jode que las toquéis, que queráis hablar del tema, que me recordéis una y otra vez lo que he hecho, que el tarado ese se lo tome a broma. Me jode todo eso.
A lo mejor si que es buena idea lo de ir a un psicólogo, porque así al menos tendría a alguien con quien poder hablar de lo que me diera la gana sin tapujos, y sin miedo a que lo cuente.
5 meses sin explotar, poco a  poco voy saliendo, pero no ayudáis, ninguno de vosotros.
Sería preferible que os quitarais de en medio ( en el buen sentido) y que me dejarais salir por mi misma, sin creer que con vuestras charlas de mierda ,que lo único que consiguen es hacerme llorar, creer que con eso me ayudáis.