30.11.14

174.

Después de semanas de inexplicable felicidad.
Vuelven esos pequeños momentos de insatisfacción y lágrimas que no consiguen fluir. Sé que le pasa a todo el mundo y que podría ser peor, pero no puedo evitarlo.
Todo desencadenado por ese efímero encuentro de miradas. No fueron más de tres segundos. Tres segundos que desencadenaron un completo caos de emociones. Quería ir tras él, quería hablar y conocerlo, pero las cosas no son como uno quiere y todo sequeda en un sentimiento frustrado y una profunda melancolía.
Creo que soy demasiado sensible. En una fracción de segundo hago un mundo de situaciones insignificantes y absurdas.
Me ilusiono e idealizo todo demasiado. Me arrepiento y lo pienso todo con demasiado fervor.
Ser más impulsiva.
Los impulsos te meten en problemas, estoy más que segura de ello.