24.3.14

173.

Volví a mi pasado. Noches sin dormir, hablando hasta que las primeras luces me acompañaban y me llevaban hasta Morfeo. Noches que iban acompañadas con tu voz. Noches que parecen tan lejanas y cercanas a la vez.
Dices. Decías. Dijiste que no te irías, ¿pero de que sirven las palabras cuando no se reflejan en los actos?
Palabras. No eres más que palabras y notas vacías de voz. Palabras dulces y espinosas que se clavan y me queman.
Exagero.
Me convertí en una persona nocturna por ti y esto es lo que recibo a cambio. 
Nada. Eso es. Nada o palabras huecas, que no son lo mismo, pero duelen igual.
Llena otra vez de vanas ilusiones. Debería dejar de tropezar siempre con la misma piedra, pero no puedo evitarlo. 
Todos se van. Nadie se queda. 
Todo es demasiado dramático, le concedo una demasiada importancia.
En realidad nada de esto importa.
(a u n q u e n o d e b e r í a s h a c e r p r o m e s a s q u e n o s e r á s f i s i c a m e n t e c a p a z d e c u m p l i r.)