Posibilidades.

Podemos sentirlo todo. Cada detalle. Cada mirada a escondidas, cada sonrisa misteriosa. Podemos sentir todo. Pero aun así, aun cuando somos capaces de darnos cuenta de todo, no nos sentimos lo suficientemente fuertes como para dar ese paso, para lanzarnos al vacío. Hay varias posibilidades:
1.- Te rechaza y ya nada es lo mismo. Da igual lo mucho que intentes o intentéis. Nada va a poder ser como antes. Hay un sentimiento incómodo que ninguno de los dos queréis aceptar. Por tanto amistad y comunicación terminan por perderse hasta que, finalmente, no queda nada.
2.- Te rechaza pero seguís siendo amigos. Hay más confianza de cierto modo pero también de alguna manera os alejáis. Tu corazón parece estallar cuando te mira de esa manera tan cariñosa, pero de alguna manera se estropea cuando tú no consigues superarle y él por su parte encuentra a alguien. Tú miras y te das cuenta de que es el final. El resultado: corazón roto, pero de alguna manera te conviertes en una actriz fabulosa.
3.-Te corresponde . Duráis juntos bastante tiempo, y todo el genial. Pero cariño, nada es para siempre y por lo tanto se acaba el amor un día, o alguno de los dos se cansa o simplemente las cosas no funcionan. Pues bueno, difícil pero se acabo. Fue bonito mientras duró y siempre quedarán los recuerdos, ¿no?
4.- Te corresponde pero duráis poco tiempo. Tan bonito como efímero. Puede que hayas cortado tú o lo haya hecho él. Si es el segundo caso tu corazón se va a la mierda y probablemente a él no le importe mucho, si encuentra a otra que acepte revolcarse con él a la primera de cambio, cosa que tú ni de coña habrías hecho. Y bueno, no lo hice.
Sea lo que sea da igual lo que yo escriba aquí. No todas las historias de amor tienen por qué seguir un patrón. El amor es tan extraño. Y da igual lo mucho que dure, porque por un motivo u otro acaba.
Nada es para siempre.
Todo acaba.

Un vuelco el corazón...

Hoy estábamos jugando al padel en E.F Personalmente lo encuentro aburrido, pero hoy ha pasado algo. Un recuerdo que parecía estar encerrado.
Cuando me agaché para recoger la pelota lo recordé.
Tendría más o menos... 7 o 8 años. Íbamos a das clases de tenis. Él mi primer amor estaba también. Todos los días durante dos largas horas nuestras madres nos dejaban ahí y se iban juntas a la cafetería. Al final de la clase, antes de que nos recogieran teníamos que recoger todas las pelotas. Cada vez que me agachaba, podía ver de reojo como me tirabas alguna pelota de vez en cuando, sonriendo.
Aunque era pequeña escuchaba todo, y sabía que cuando un chico te molestaba era porque supuestamente le gustabas.
JODER, estaba tan enamorada de ti.
A veces cuando te veo en el instituto, aún me da un vuelco el corazón...

Lía (IV)

Chicas de hielo que tenían 25, 30, 37 años, que vagaban por el centro en sus jaulas de huesos de niñas de 11 años; cuevas vacías con ojos sangrantes que arrastraban de un tratamiento a otro; siempre las pesaban, pero nunca era suficiente.
Una día el viento se las llevará.
Nadie se dará cuenta.

Lía (III)

Cuando el somnífero surte efecto y amarra mis brazos y piernas al colchón, me abre la cabeza y me extrae el cableado. Agujerea mi cerebro y vomita sangre por mi garganta.

Lía (II)

Nos frotamos las manos y mezclamos nuestra sangre, por que era algo prohibido y peligroso. Las estrellas se arremolinaban en el cielo y los petardos empezaron a retumbar. La luna fue testigo de cómo caían gotas de sangre, semillas descuidadas que chisporroteaban en la nieve...

Lía (I)

¿Por qué ¿Quieres saber por qué?
Entra en una cabina bronceadora y fríete durante dos o tres días. Cuando las ampollas de tu piel hayan estallado y te hayas escamado retuércete en sal gorda, y después, ponte ropa interior cosida con hilo de cristal y alambre de cuchillas. Vístete con tu ropa habitual, siempre y cuando te vaya estrecha.
Fuma pólvora y ve al instituto para brincar entre aros, siéntate y suplica, cumple las órdenes. Escucha los murmuros que se cuelan en tu cabeza, llamándote fea y gorda y estúpida y puta y zorra y lo peor de todo, "una decepción". Vomitas y te mueres de hambre y te cortas y bebes porque necesitas un anestésico y eso funciona. Durante un rato. Pero entonces el anestésico se convierte en veneno y para entonces ya es demasiado tarde, porque estás colocada hasta el alma. Te estas pudriendo por dentro pero no puedes parar.
Te miras en un espejo y sólo ves un fantasma. Oyes gritar a cada latido de tu corazón y todo-absolutamente-todo está mal.
"¿Por qué?" no es la pregunta correcta
Pregúntate "¿Por qué no?

Hasta el final...

Niña perdida, niña triste, niña cuyo ánimo parece estar muerto y enterrado.Tú lo mataste. Con tus besos, tus caricias y tus falsas promesas de amor.
Hoy me desperté en mitad de la noche. Era como si esa pesadilla ese sueño hubiese sido real. Que realmente habías estado tumbado debajo mía. Volviendo a sentir tus labios sobre los míos. Tu aliento en mi boca. Besos caricias, mordiscos cariñosos, la respiración entrecortada. Me gustaba cuando tus labios se paseaban por mi cuello. Escalofríos recorrían todo mi ser.
Ha sido un sueño tan extraño. Una maraña de cosas sin sentido. Sólo recuerdo partes. En realidad lo que recuerdo me hubiese gustado que fuera real. Poder sentirte tan cerca otra vez... Sería tan agradable y no sé... A lo mejor ahora, si pudiera... Me gustaría que llegásemos hasta el final...

Todos los días (4)

Hace mucho calor. La música resuena en mis oídos. Pienso que me quedaré sorda. Me hecho a reír sola. Un chico pasa a mi lado. Me mira. Le miro. Es muy mono. Me sonríe. Sonrío e inmediatamente aparto la vista. Un chico me silba, intentado llamar mi atención. Me río. Mi moral sube. Blacky no puede más. 19:45. De vuelta a casa.
Saco las llaves y cuando estoy a punto de abrir se me adelantan. Sonrío y saludo. Todos han llegado a casa. Dicen cosas acerca de mi. Creen que no puedo escucharlos, pero se equivocan. Como siempre. Rompo a llorar sobre la almohada. El tiempo pasa. Me voy a duchar. Cuando salgo me piden que baje a buscar algo. En el portal me lo encuentro. Es tan mono. Toca mi pelo húmedo y me dice riendo que me voy a resfriar si no me cuido. Sonrío falsamente. Me pregunta si me pasa algo. Lo niego. Me abraza, me susurra que no me cree y volvemos a subir. Me deja en casa y se despide.
23:30. Entro en internet. Escucho músico. Las lágrimas caen por mis mejillas. No le doy importancia. Mama viene a verme. Dice que está preocupada. Le digo que estoy bien. Miento otra vez. Mentir no está bien, pero ya es inevitable. Apago la luz. Cierro los ojos. Me duermo.
Pesadillas.
Otro día que llega a su fin.

Todos los días (3)

Subo. Me paro antes de entrar. Comienza el espectáculo. Entro sonriendo y saludando a todos. Digo que la mañana ha sido genial. ¿Quiero almorzar? Me encantaría, el hambre me mata no, no tengo hambre. Voy directa a mi habitación. Está hecha un desastre. Tiro la ropa que hay en la cama. Cae al suelo. Me da igual. 

Me tumbo en la cama y pienso. Pienso. 17:30. Me he dormido. Salgo de mi habitación. No hay nadie en casa. 

Escucho a Blacky llorar. Supongo que un paseo no nos vendrá mal a ninguno. 18:30.

Todos los dias (2)

Entro a clase. Saludo a D y me siento. Respiro entre cortadamente. No debería haber pedaleado tan rápido. Primera hora. No me veo capaz de concentrarme. Tengo tanto sueño. Segunda hora. Todo es demasiado monótono. Dibujar es la mejor opción. Recreo. Salgo con los de siempre. Nos reímos. Es genial. Tercera hora. Intento prestar atención. Pierdo en el intento. Dejo volar mi mente. Cuarta hora. Más de lo mismo.
Recreo otra vez. Me voy con D y las chicas. Son divertidas. Hoy no he tenido que fingir con ellas. No está mal. Quinta hora. Paso toda la hora hablando con D. Hacemos planes para el fin de semana. Esta semana toca no beber. Sexta hora. No veo el momento de irme. Dejo otra vez que mi mente se vaya. Pienso en ti, todo el día he pensado en ti  hoy no he pensado en ti. 14:45. D y yo vamos a por las bicis. Nos despedimos. 15:15. He vuelto a casa.