165.

Y sufro. De verdad, porque cada vez va a más y a más, y yo no puedo hacer nada.
Ahí estás y ahí te quedarás, sin saber que me desarmar con cada sonrisa y esos "estás loca, pequeña", que hacen que se me encoja el corazón.
¿Por qué tengo que complicarme tanto la vida?

164.

Ni siquiera sé si es verdad lo que creo que siento.

Podríamos decir que es solo un capricho, algo pasajero, porque es lo que es.

Joder, una sensación amarga se apodera de mi cuerpo y toma el control de mis actos.

Que sí, que no está bien nada de lo que hago, pero si me gusta y me hace "feliz", ¿por qué motivo debería dejarlo?

Tenía que estar lejos, porque todo tiene que ser difícil, ¿verdad? Porque nada puede ser suave y tranquilo, no, él tiene que estar ahí.

No es amor ni mucho menos, no seamos idiotas, pero sí es alguien en quien puedo confiar.

Con suerte podré verle en un par de semanas, pero tenemos que tener en cuenta que yo nunca tengo buena suerte.

163.

Últimamente no tengo ganas de nada.
No quiero estar en casa, pero tampoco sé dónde quiero estar.
No quiero escribir.
No quiero dibujar.
No quiero leer.
No quiero hablar.
No quiero ver a nadie.
Lo único que quiero es dormir. Dormir y dormir y dormir.
Porque cuando duermo no pienso. Cuando duermo nadie me hace preguntas.
Sigo con mis malos hábitos y no creo que vaya a dejarlos.
Me relajan. Son algo que, al ser secreto, solo me pertenecen a mi.
Supongo que los dejaré cuando provoquen un daño mayor.
Nada de lo que hago me satisface. No sé quien soy. No sé que quiero. No sé nada.