Paredes rotas. Hojas vacías.
Días huecos y matices grisáceos.
Una nube cargada que amenaza con llover sobre mi cabeza.
Un intento de suicidio entre mis pensamientos.
De la ausencia de ti y el susurro de un adiós.
Soy un drama con un olfato especial para las despedidas.
Vivo y desvío y más que nada desmerezco. Intento encajar dentro de este puzzle, al cual le faltan piezas y no tiene caja. No soy más que humo y hueso.
Humo y hueso y los nervios a flor de piel. Se viene la primavera pero en mi interior lucha por quedarse el invierno. Cuencas vacías y labios agregados.
Rotos.
Que soy un roto sin un descosido. Una garganta vacía a la que han cortado las cuerdas vocales. Un pajaro sin canto encerrado en una jaula que son estas cuatro paredes. He cavado mi propia tumba y he terminado decorandola y sintiéndome cómoda viviendo dentro de ella.
Ojeras que terminan por extenderse por todo mi ser. Sombra de sueños inacabados y palabras frustradas.
Desolation Row
7.3.16
180.
21.2.16
179. Singularidades desnudas
Te miré. Miré hacia arriba y pensé en las singularidades desnudas. Esos fenómenos del universo que provocan vértigo en mi interior. Estrellas y galaxias. Las constelaciones de lunares que se forman en tu espalda. La singularidad de tu desnudez junto a la mía.
Pensé en todas las noches sin dormir mirando el cielo y pensando que habrá más allá, divagando sobre amor y muerte y estrellas que titilan sobre mi cabeza. Ahora las noches tratan sobre ti. Todo parece hablar sobre ti. Y puede que no sea más que un enamoramiento juvenil , puede que no llegue al próximo invierno. Pero me prometiste que no sentiría frío los inviernos si eso dependía de ti. Prometiste no matarme en verano.
Pero es invierno, y aunque la noche sea casi cálida y tú no te hayas ido, en mi interior la nieve me está sepultando.
3.6.15
178. Negligencia emocional
7.4.15
177.
26.1.15
176.
Me hizo creer que durante un minuto fui un rayo de sol.
Ligero y efímero.
Lo malo vino cuando me hizo caer de vuelta a la tierra.
Dolió.
Mi almohada quedó empapada en lágrimas, así como mis libros, mis hojas, mis sueños.
Lo peor de todo es que hizo que las palabras volvieran a fluir. Ganas de poder recolectar con esas palabras todo lo que me hacía sentir.
Durante un momento me hizo sentir que no estaba rota. Con un abrazo volvió a juntar todas mis piezas, las cuales volvieron a separarse cuando llegó el frío y dejó de hablarme.
Está de paso en mi vida, lo sé más que de sobra, pero me niego a olvidar y a perder todo lo que me dio en tan corto espacio de tiempo.
Tres semanas en las nubes. Nubes que después se han tornado oscuras y que han hecho de mi vida un caos lleno de tormentas y mares de lágrimas embravecidos.
Está bien.
No dejo de repetirme una y otra vez que todo está bien.
Me siento bien, pero en cierto modo me ha dejado hueca y azul por dentro.
Hueca y azul.
Pero feliz de forma algo agridulce.
27.12.14
175.
Nada es nunca suficiente.
Nunca soy suficiente. Nunca sé cuando parar, cuando empezar, cuando callar.
Me revienta que las cosas terminen por tonterías y que nada nos lleve nunca a ningún lugar.
Estamos de paso.
Estáis de paso por mi vida.
Me quejo de la incesante soledad cuando soy yo la que no deja que esta cese.
Levántate. Arregla tu vida, joder.
30.11.14
174.
Vuelven esos pequeños momentos de insatisfacción y lágrimas que no consiguen fluir. Sé que le pasa a todo el mundo y que podría ser peor, pero no puedo evitarlo.
Todo desencadenado por ese efímero encuentro de miradas. No fueron más de tres segundos. Tres segundos que desencadenaron un completo caos de emociones. Quería ir tras él, quería hablar y conocerlo, pero las cosas no son como uno quiere y todo sequeda en un sentimiento frustrado y una profunda melancolía.
Creo que soy demasiado sensible. En una fracción de segundo hago un mundo de situaciones insignificantes y absurdas.
Me ilusiono e idealizo todo demasiado. Me arrepiento y lo pienso todo con demasiado fervor.
Ser más impulsiva.
Los impulsos te meten en problemas, estoy más que segura de ello.