15.10.13

160.

Adivinad quién, después de casi 8 meses, ha vuelto a cortarse.

159. El amor es un cuento.

"El amor es un cuento, pequeña, un cuento que vamos rellenando con sueños, mentiras, deseos...    Después, colocamos todo eso sobre el rostro de alguien hasta que la bomba de nuestra propia fabulación    no estalla en la cara."

10.10.13

157.


156. Imbécil.

Tarada, idiota, estúpida, maldita ilusa.
Joder. Joder. Joder.
Si es que no se puede ser más patética. Yo "sufriendo" por ese adorable capullo mientras que él iba detrás de OTRA(S).
Yo sufro por él, él a su vez sufre por otra y esa otra tiene su propio sufrimiento. Somos una cadena de desgracias, de infortunios.
Esto ya lo he vivido. Dos años atrás me encontraba en la misma situación con la misma persona, pero se ve que soy tan imbécil que no aprendo.
¿Y qué queda de mi? Pequeñas esquirlas procedentes de un frío y frágil corazón que se vuelve a romper.
Otra vez.
¿Y sabes qué es lo peor? Que no te odio a ti, me odio a mi misma por ser tan débil, crédula e ilusa.

8.10.13

155.



Con todos resulta ser siempre lo mismo. Se repite una y otra vez con pequeñas variaciones. Ni siquiera hace falta que el chico en cuestión esté en la misma ciudad o mismo país que yo, de un modo u otro siempre consigo fastidiarla.
Mandé a la mierda todo con el chico de Madrid.
Llegué incluso a perder a un chico que ni siquiera tuve, dado que estaba en Bélgica. EN BÉLGICA. ¿Quién me  manda a mi a implicarme emocionalmente con alguien que se encuentra "tan lejos"?
La de estupideces que hice por esos dos.
Es decir, pienso en la chica que solía ser y no sé si reír o llorar. Creo que era capaz de humillarme por su atención. Era tonta. Muy tonta.
Pero es justificable, ¿no? No llegaba a tener ni 14 años, era inmadura y quería sentirme querida. Y fui querida, o al menos eso creo.
Porque llegados a este punto, en mi escasa vida amorosa, contando rollos de una tarde, relaciones de varios días, relaciones de pocos meses y líos de una noche, nunca, nunca, nunca, he recibido un "te quiero" sincero, porque todos los que recibía iban con la única finalidad de conseguir meterse en mis pantalones.
Y yo llegué a querer a alguno. Y lo único que logré sacar de todo ellos, fue desengaño, desilusión y el corazón un poco más roto que con el anterior (y algún que otro recuerdo de agradable) Y mentiras.
MUCHAS MENTIRAS. A mis padre, amigos, amigas y sobre todo a mi misma.
Y aprender que las cosas duelen más de noche, que los príncipes azules a la larga destiñen y que todos los "te quiero" se vuelven amargos.