Oye, que sí, que son muchas horas al día sentados juntos, pero no por eso voy a cambiar. O al menos creía y aseguraba eso. Pero el roce hace el cariño, y yo que sé, tanto tiempo ahí pues es lo que tiene, ¿no?
¡Qué sí! Que prometí y prometí que no me encariñaría demasiado, que sería simplemente una de esas amistades que se forjan entre dos personas que se conocen de hace mucho y solo quieren ser amigos. Pero no. Yo, tonta más que tonta, me he tenido que ilusionar y PLAF apareció eso que creo que es amor. Y a la mierda todo.
Amigos de la infancia dicen, pues mira tú por donde yo quiero algo más. Pero no sé, tú y tu novia no creo que queráis lo mismo que yo, ¿cierto?
Tonta, más que tonta.
¿No podías mantenerte al margen por lo menos una vez?
¿No podías tenerlo como a uno más?
A lo mejor ni siquiera estoy en lo cierto, y simplemente estoy como muchas otras veces confundiendo amor con amistad.
Pero mira tú por donde, hoy quiero fiarme y dejar que mis sentimientos hablen por sí solos aún con la posibilidad de que se confundan.