21.4.13

117. En realidad es una tontería.

Veamos.
Sigo pensando en él, en esos ojos que parecen llegar al fondo de mi ser.
De verdad, prometo y juro que no puedo evitar sonreír como una tonta cada vez que veo algo que me recuerda a él. Sonará a cuento, pero no estoy obsesionada (un poquito sí, pero me lo puedo permitir), es simplemente un amor platónico un desconocido que me ha calado demasiado.
Y mira, que podría coger y mandarle cualquier día un mensaje privado y entablar algún tipo de contacto, pero no. Nada. Me limito a quedarme sentada en silencio, pensándole a gritos.
Este tipo de sentimientos constituyen los síntomas de alguna extraña enfermedad que deriva del amor, y mi diagnóstico es sencillo: no tengo remedio.
En realidad es solo capricho, pero sé que no me daré cuenta hasta que se produzca un desengaño o aparezca otro chico misterioso.
Tan misterioso.
Lo que no quiero es una nueva desilusión, quiero un chico que me traiga libros en lugar de flores, canciones en lugar de chocolates. Alguien con quien pueda ser yo y nosotros a la vez. No quiero que llegue alguien perfecto, sino alguien que me haga enamorar con sus imperfecciones.
Maldigo el día en que te vi.

116. A ti, que nunca leerás estas palabras.

"¿Hasta cuando seguirás huyendo de mi soledad?"

19.4.13

114. Always.

Podría prometer que voy a mejorar, pero serían promesas en vano. Cada día se hace más duro.
Cada día siento como todo el mal, preocupaciones, tristeza, todo lo malo se va acumulando dentro de mi, en una pequeña cajita dentro de mi cabeza, pero esa cajita parece no se sufuciente, porque siento que poco a poco van saliendo de ella. 
Son demasiadas cosas, una familia prácticamente ausente, mi padre y mi hermano que se han ido durante un mes, los ataques de ansiedad de mi madre, las constantes pullas de mi hermano, recordándome constantemente lo vaga y odiosa que soy. Puede conmigo.
TODAS LAS JODIDAS BROMAS QUE HAGO ACERCA DE TODO SON PARA NO MOSTRAR COMO ME VENGO ABAJO.
Puede que parezca eso, que nada me importa y el decirlo constantemente, que todo va bien, que no me afecta, es más que nada autoconvencimiento. Un mes y medio es poco y siento que lentamente salen, que ocupan toda mi puta cabeza y se hacen conmigo, que empiezan a tomar el control.
Ataques de pánico, pequeñas crisis de ansiedad. Mi día a día es una constante crisis existencial de la que parece que nunca saldré.