7.3.16

180.

Paredes rotas. Hojas vacías.
Días huecos y matices grisáceos.
Una nube cargada que amenaza con llover sobre mi cabeza.
Un intento de suicidio entre mis pensamientos.
De la ausencia de ti y el susurro de un adiós.
Soy un drama con un olfato especial para las despedidas.
Vivo y desvío y más que nada desmerezco. Intento encajar dentro de este puzzle, al cual le faltan piezas y no tiene caja. No soy más que humo y hueso.
Humo y hueso y los nervios a flor de piel. Se viene la primavera pero en mi interior lucha por quedarse el invierno. Cuencas vacías y labios agregados.
Rotos.
Que soy un roto sin un descosido. Una garganta vacía a la que han cortado las cuerdas vocales. Un pajaro sin canto encerrado en una jaula que son estas cuatro paredes. He cavado mi propia tumba y he terminado decorandola y sintiéndome cómoda viviendo dentro de ella.
Ojeras que terminan por extenderse por todo mi ser. Sombra de sueños inacabados y palabras frustradas.

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